Mi mirada se detiene en un gran ventanal que da acceso a una terraza, hace frío, así que la puerta está cerrada y por supuesto no tiene nada de importante quedarse afuera; pero algo me dice que tardaré mucho tiempo en volver a este lugar, o que tal vez nunca regresaré.
Si tengo en cuenta lo que me acaba de decir Travis, pareciera que está empezando a cansarse de mi existencia y si a eso agregamos mi lindo show de ayer con la prueba de embarazo, no sería extraño que me dejara tirada.
— Espera un segundo — Le digo mientras corro hacia la terraza que desde aquí parece inmensa.
Empieza a llover y sé que solo podré echar un vistazo, pero al final, valdrá la pena porque sabré algo más de él, aunque me eche de su vida.
— ¿Qué haces, Zoa? Está lloviendo — Sonrío ante su comentario, está claro