27- Secuestro de mis hijos.
-Me encanta este club,es el más selecto de la ciudad y no viene cualquiera persona-.La tía Madeline es algo clasista.
-Tienes razón,tía. Aunque siguen admitiendo todo tipo de gente-.Dijo Augusto mientras clavó su mirada en Juan Pablo.
La reunión familiar en el club resultó ser desagradable para Augusto. Valentina, con su mirada pícara, provocaba celos a su esposo al reír junto a Juan Pablo. Mientras tanto, el joven le ayudaba con los gemelos en la piscina, desatando la ira en Augusto.
-¡Valentina, ven aquí!- exclamó Augusto, llevándola lejos para reclamarle.
-¿Quieres ahora?
-Qué te comportes cómo una mujer casada.
Juan Pablo intervino con calma, pero sus palabras no fueron bien recibidas. -Ya suéltala,estás dando de qué hablar,la gente los mira.
Augusto, furioso, lo mandó a callar y la tensión se rompió en un enfrentamiento físico.
-¡Cállate cabrón!,es mi mujer y le habló como me da gana-.Espetó tomando a Juan por el cuello de la camisa.
-¡Suéltalo salvaje!-.Gritó Valentina.
-Dé