13- Despertar.
-¡Mi amor despierta!,hoy es el cumpleaños de nuestros hijos-.Le susurraba al oído de Valentina.
Augusto tenía en sus brazos a Mateo y la señora Isabel a Lucas.Los sentaron por un lado de la cama de su madre.
Habían pasado ya tres años y medio años desde el fatídico accidente que dejó a Valentina en ese profundo coma. En medio de aquella situación tan triste y desgarradora, Augusto se había convertido en madre y padre de los niños.
Con la ayuda de su madre y la señora Adelaida el joven se aseguraba de que Mateo y Lucas tuvieran contacto regular con su madre, llevándolos religiosamente cada día a contemplar a Valentina que parecía a la bella durmiente.
La señora Isabella se había apegado a sus nietos y deseaba tanto como su hijo que Valentina despertara.
-Señores,llegó el pastel-Dijo Adelaida mientras lo colocaba en la mesita y encendía un par de velas.
-Graba todo,Adelaida.Quiero documentar cada momento especial en la vida de mis hijos,tengo fe en que mi mujer se va a levantar