El ruido del agua cayendo y golpeando contra el suelo de la bañera, lo termina despertando. El agua se deja de escuchar, él se refriega los ojos mirando hacia la puerta del baño, justo en el momento en que se abre y Kansas aparece con un pequeño short de jean, un top rosa sin mangas y el pelo aún húmedo. Traga en seco al verla. Ella, no percatándose de cómo la mira Jonas, camina hasta donde se encuentra la mesa, se agacha y toma un par de zapatillas Convers de color rosa. Es ahí cuando él mira sus pies dándose cuenta que está descalza. Jonas sacude su cabeza tratando de acomodar sus ideas y se sienta sobre la cama desviando la mirada hacia la ventana donde la suave luz del sol asomándose por el este, se colaba entre las cortinas.

— ¿Qué hora es? —pregunta prestando atención a la joven que ya estaba colocándose la segunda zapatilla.

—5:30 —dice sin prestarle atención.

—Solo dormimos tres horas —resopla tirando la cabeza hacia atrás.

—Y fue mucho. Arriba. Tenemos que irnos —le apura.

—E