Capítulo 18.
Bastián corre escaleras abajo con el teléfono aun en el oído esperando respuesta de Amelia que se escuchaba débil y dolorida.
— ¡Amelia, Amelia escúchame por favor! – su voz es casi una súplica —. Necesito encontrarte ¡háblame por favor!
— ¡Só… sótano! – dice con voz apenas audible.
— Pero no sé en cual sótano, si en el de la residencia o en el de la empresa – corre sin parar escaleras abajo, saca su otro teléfono para comunicarse con su jefe de seguridad al llegar al piso diez percatándose que ha bajado corriendo diez pisos — ¡César! Te necesito en el piso diez, Amelia se encuentra en un sótano y no sé en cual ¡y date prisa, no se escucha nada bien!
De inmediato su primero al mando despliega la movilización adecuada y comienza la búsqueda. Bastián mientras tanto se deshace en angustia por no saber de su paradero. Llama de nuevo al Securata presionando con órdenes duras y amenazantes.
— Ya tengo los tres equipos buscando Sr. Christopoulos, ya saben que hacer tienen órdenes de