86. CONTINUACIÓN
En medio de ese hermoso sueño, el señor López se encontraba flotando en un mar de felicidad, sumergido en sus pensamientos sobre el amor y la conexión que había encontrado con Sofía. Cuando su paz y tranquilidad fueron interrumpidos por su madre que irrumpió en su oficina con una mirada decidida en su rostro.
Esto llevó a una decisión precipitada por parte del señor López al escuchar los planes de su madre, lo cual hizo que la señora Elvira López, llena de felicidad, se olvidara por completo de Teresa Vivaldi.
Ésta observó con incredulidad cómo Elvira salía de la empresa con un bebé en brazos riendo y llenándolo de besos, sin siquiera notar su presencia. La decepción y la tristeza se apoderaron de ella, pero se negó a dejarse vencer. Sabía que tenía que luchar por lograr su objetivo de casarse con César López, incluso si eso significaba enfrentarse a la indiferencia de su madre. Decidida a no rendirse, Teresa salió de la limusina y se acercó a Elvira con paso firme que se dirigí