Sofía se detuvo en medio de su pánico, un destello de luz y comprensión la hizo reflexionar. No quería que el señor López supiera que había sido víctima de una situación traumática y que Javier era el resultado de ese trauma. Prefería ocultar esa parte de su secreto.

—Eso no es relevante, señor. En ese momento usted estaba cuidando de su padre enfermo y me necesitaba. No podía cargarlo con eso, por favor, no me juzgue. No puedo decirle más..., es..., es..., es...

El señor López la miró con una mezcla de preocupación y curiosidad en sus ojos. Podía percibir que Sofía estaba ocultando algo importante, pero también entendía que había límites en lo que podía compartir.

—Está bien, Sofía. No te presionaré para que me cuentes más si no te sientes lista. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti y para Javier, pase lo que pase.

El Sr. López hizo que Sofía se levantara y la sujetó por los hombros. Quería hacerle muchas preguntas, saber todos los detalles, pero se contuvo y decidió tr