78. CONTINUACIÓN
La había presentado como su asistente, como su novia, su mujer y prometida. ¿Cómo debía decir sin dejar mal a su jefe? Por lo que optó por no aclarar nada.
—¿Y eso que tiene que ver con usted? Es algo que no debe interesarle. ¿No le basta todo el daño que le hizo en el pasado? —lo enfrentó furiosa intentando recoger los juguetes de su hijo, para marcharse.
—Sofía, no sé porque me tratas así, de veras quiero ser tu amigo —dijo Matías lo más serio que pudo.
—Gracias, pero yo no puedo ser amiga de alguien que se dedica a destruir la vida de los demás. Así que por favor, déjeme tranquila. Le agradezco que me ayudara ese día, pero eso no le da el derecho de venir a interrumpir mi vida —seguía hablando molesta Sofía. No sabía por qué se sentía tan furiosa con él. Quizás era porque Mía lo utilizaba para darle celos a López, debía mantenerse lo más lejos de él, se repetía en su mente. —Y mucho menos de besarme como si fuéramos algo, no lo somos ni nunca lo seremos.
—Sí, que te ha entrenado