312. LA LLEGADAS DE LAS GEMELAS
Yavier se gira para mirar a las piernas de su hija viéndonosla como el líquido viscoso se deslizaba por ella. Su corazonistas late acelerado y el miedo se apoderó de inmediato. Pero tomó aire tratando de mantener la calma.
—Falta una semana, ven, déjame ayudarte —dijo Yavier, visiblemente nervioso.
—Papá, no siento dolores y puedo caminar. Por favor, avísale a César.
Sir Alexander, junto a Elvira, entraron en la sala con pasos apresurados, alertados por el mayordomo que había captado la urgencia de la situación.
—Vamos, querida, te ayudaré a prepararte —propuso Elvira, guiando a Sofía hacia su habitación.
Justo cuando cruzaban el umbral, César irrumpió en la escena, su respiración entrecortada y su rostro reflejando preocupación y prisa.
—¡Sofi..! ¿Ya vienen? —preguntó con el miedo y la alegría reflejados en su rostro.
—Sí, ven a ayudarme —dijo señalando su ropa. César aunque nervioso se ocupó de ella con la ayuda de su madre. —No olvides el bolso, amor.
La familia se cong