Ella había ido a cumplir con lo que el mayordomo se negaba a hacer, porque sospechaba de que Javier era hijo de Lord Henrry y Lady Lorena, e intentaba convencerlo de tal acto. Y antes de que aquel decidiera realizar una prueba de paternidad para corroborarlo. Lady Sabina la había enviado a hacerlo disfrazada de enfermera, le inyectó algo en el suero que le provocó un infarto.
—Deja de tener miedo, soy alguien que hago bien las cosas, ¡jamás nadie sabrá que soy la autora detrás de la desaparición de sus hijos!
Lady Sabina gritó aquello como si no le importara que uno de esos hijos que mencionaba, había estado nueve meses en su vientre. Hablaba del joven Henrry como si no fuera suyo, solo de su esposo. Lo había complacido en darle un heredero sólo para que la dejara tranquila, pero nunca lo sintió realmente suyo, sino, alguien que podía entorpecer sus planes. Por eso lo mandó a eliminar tan pronto aquel expresó su deseo de ser reconocido como un Cavendish y reclamar para él toda l