—Bueno, aunque me encantaría quedarme aquí perdiendo el tiempo contigo, es hora de almorzar —dijo Sienna, mientras se levantaba y extendía una mano hacia Kassio—. Ya me contaron que antes tenías la mala costumbre de no comer a tus horas.
—Debes dejar de cotillear con mi secretaria.
Días antes de terminar su contrato en la empresa de su familia, Kassio no se había andado con rodeos y le había pedido a su secretaria que continuara trabajando para él en Castelli Insurance. Kassio no tenía tiempo para entrenar una nueva secretaria cuando tenía a Susan. Ella era bastante eficiente y ya conocía su método de trabajo… aunque al parecer también disfrutaba de revelarle a Sienna detalles de su vida.
—Nunca.
Kassio sacudió la cabeza, intentando ocultar una sonrisa.
—Volveré después de almorzar —le informó a su secretaria al pasar frente a su escritorio.
—Sí, señor. Hasta luego, señorita Sienna.
—Nos vemos en unos días Susan. No olvides llamarme si tu jefe…
Kassio tiró de la mano de su novia obli