Domenico sacó a Natasha del auto, tan pronto como se detuvo. Se merecía un jodido premio por haber evitado tomar a Natasha en el auto, en especial con ella jugando con la poca cordura que le quedaba.
En cuanto las puertas del ascensor se cerraron, Domenico arrinconó a Natasha y la besó con una intensidad que los dejó sin aliento. Deseaba hacer mucho más, pero no iba a exponer a Natasha frente a las cámaras en un momento tan íntimo.
Cuando el timbre anunció que habían llegado a su piso, se apartó de ella con una mezcla de frustración y deseo, y la sacó rápidamente del ascensor. Natasha tenía una sonrisa provocadora en los labios y sus ojos brillaban con lujuria.
Domenico no pudo resistir más. La levantó en el aire con facilidad y estampó sus labios contra los de ella, apoyándola en la pared más cercana. Natasha enredó las piernas en torno a su cintura y sus dedos se entrelazaron en su cabello, atrayéndolo más cerca, como si deseara fundirse con él en uno solo. Después de un rato, alejó