Por Javier
Estoy como nuevo, en forma aparente.
No dejo de pensar en Camila, yo la quería tener, era como mi juguete favorito y ella me reprochó lo de mis modelos ¿Acaso estaba celosa?
Si es así, puedo probar de ponerla celosa, claro…eso voy a hacer, voy a intentar ponerla celosa, de esa manera ¿Caerá?
Lo tengo que pensar, santo Dios, cuánto trabajo, estamos a 20 de diciembre, es un caos esto.
Veo a Tony entrar en la oficina de Cami, enciendo rápido el bluetooth.
-Hola hermosa.
-Hola, cielo…Tony, no quiero nada de la herencia, es algo tuyo y de tu hermano.
-También es tuyo, así lo decidió mi papá.
-Me siento muy incómoda con todo ésto, no es mío.
-Basta Camila, me estoy enojando, a mí no me importa, es más, me hace feliz, te lo merecés, quizás más que nosotros.
-Pero ustedes son los hijos.
-Da igual.
-Fijate si hay alguna forma, por favor.
-Aunque la hubiera, yo no lo voy a permitir.
-Pensalo, pero por ahora, te pido que lo convenzas para que autorice en forma urgente las donaciones,