Aunque no lo mostraba, decir que no estaba nervioso sería mentir. Ashary apretaba sus manos escondidas debajo de las grandes mangas de su chaqueta e intentaba no pensar en los peores escenarios. Su mundo entero estaba a punto de cambiar y eso traería cosas nuevas y desconocidas para él. Prever que pasaría en el futuro solo sería inútil.
Suspiro y recostó su espalda detrás de la pared a su espalda y cerró sus ojos. Esto era necesario hacerse. Muchas vidas dependían de los próximos sucesos. Comportarse de forma egoísta estaba descartado, aunque a veces se preguntaba si alguna vez él podría ponerse como prioridad.
Lo dudada y menos ahora. Una vez que le fuera concedido el ducado pasaría automáticamente a ser el consejero real y eso conllevaba una gran responsabilidad. Después de todo había sido bueno que no lo hubieran mimado cuando era cachorro o recibido el amor que daban en otras familias, por lo que no lo extrañaría.
En eso sintió el sonido de la puerta de la otra sala donde se encon