Ashary siguió el rastro de Lyon con facilidad. La marca en su cuello latía de forma frenética y tuvo que tocarla para aliviar el malestar sin encontrar alivio. Su pecho estaba pesado y no quería darle un nombre a la extraña sensación que envolvía a su corazón pues sabía que no le gustaría.
Esto… era lo que no había deseado para él. Sentirse nervioso y hasta inseguro no pegaba con la fuerte personalidad que había trabajado durante todos estos años. Había visto personas sumirse en la depresión y la amargura y hasta terminar su vida por culpa del rechazo o falta de atención de su pareja.
Él había atentado contra su vida anteriormente debido al trauma tras el secuestro, un celo forzado, no saber quién lo había marcado y lo abrumado que estaba en ese momento. Le daba vergüenza recordar su momento de debilidad y se había prometido no dejarse llevar de esa forma. Ni por una situación similar ni por el dolor del rechazo. Primero arrastraría a Lyonhart a sus pies para que se disculpara con él