Las manos de Ashary se enterraban en la espalda del alfa y sus gemidos eran apagados por la boca de este que se había apoderado de ella, metiendo su lengua en su interior y haciendo un desastre de la suya, sin poderse retirar ya que la mano en su nuca lo mantenía en la misma posición. El alfa había aprendido realmente rápido, el beso no era brusco como al inicio, ahora buscaba sus puntos más sensibles, enrollando su lengua con la de él y rozando su paladar justo en ese punto que lo hacía temblar y mandar una corriente eléctrica al lugar entre sus nalgas, que en ese momento era un desastre total.
Y es que su cabeza era un caos total, y más con lo que estaba ocurriendo en su parte interior.
Pensó que volvería a ser lo mismo que antes. Toques y roces entre ellos, la mano de Lyon apretando sus miembros. Eso se había sentido bien sin llegar a sexo. Pero el alfa por lo visto tenía otras ideas.
Había sentido su mano meterse debajo de su túnica buscando su muslo para apretarlo contra el otro