Lyon miraba el documento delante de él, el cual no le veía ni pies ni cabeza. O tal vez si lo pudiera ver si no fuera por los dos días que había estado casi sin poder pegar ojo, días que coincidían con el hecho que Ashary se había trasladado a su ducado. Gruñó. Para esa altura sería un idiota sino reconociera que la razón por la que no podía dormir era por el hecho que se había acostumbrado a hacerlo junto al omega, además que necesitaba sus feromonas.
Podía ser por su olor, por la cercanía, por lo cálido que se sentía aun si lo agarraban de almohada, el hecho era que ahora, estando solo en la cama, esta se sentía incómoda, dura y el sueño no venía a él.
¿Por qué demonios Ashary se había tenido que ir y ni siquiera decirle? Se había enterado por Charles que lo había visto irse, y su amigo le había peleado que por estar escondido de su madre. De solo recordarlo se irritaba. Todos estaban en su contra. Ashary no podía irse así sin más.
Se sacudió el cabello en su ya desordenado cabell