Capítulo 18: Interrupción.
Las risas de Clara y Estrella se oían apagadas desde la habitación. Su abuela se había despedido de las niñas, dándoles un respiro a Cynthia y Mathias. No era mal hombre. Ya su hijo, Mateo, lo había investigado.
Al ser personas de dinero, tenían como saber sobre otras personas. Más bien, Mathias, había sufrido un poco por la situación con su hijo.
—Podemos hablar en mi cuarto —dijo ella, sin mirarlo del todo. Ellos no supieron cuando quedaron solos. Por esa razón, Cynthia, le pidió que hablaran ahí.
Mathias no respondió con palabras. Solo la siguió y, al cerrar la puerta, el silencio cayó como una sábana entre ellos. No era incómodo, pero sí denso. Como si cada palabra no dicha flotara en el aire.
Cynthia se quedó de pie junto a la ventana, abrazándose los codos.
—No estoy bien, Mathias —admitió, con la voz baja—. Sé que actúo como si pudiera con todo y como si nada me tocara. Pero me cuesta respirar a veces. Me cuesta mirar a Clara o a Estrella y no romperme. Debo ser fuerte por ell