Capítulo 17: Golpe en la puerta.
El café humeaba sobre la mesa como una excusa que ninguna de las dos tomaba en serio. El reloj marcaba las 10:17 de la mañana, una hora en la que normalmente Cynthia ya estaría en la Fundación o en su consultorio, revisando informes, organizando las actividades del día o atendiendo a alguna familia nueva con el mismo miedo que ella había sentido unos cuantos años atrás.
Pero hoy no. Hoy no había podido. Había llamado temprano, con voz baja y una excusa suave. Que Clara había tenido una noche difícil. Que Estrella se había despertado con fiebre y que necesitaba quedarse.
Ninguna era cierta, pero todas dolían igual.
—¿No vas a ir hoy tampoco? —comentó su mamá, con esa voz pausada que usaba cuando quería parecer casual, pero que escondía una batería de preguntas.
Era el día número cuatro, de su ausencia.
—No. Hoy no —respondió Cynthia, sin mirarla. Jugaba con el asa de la taza, sus dedos temblando apenas.
La señora Esther, su madre, observó a su hija desde el otro lado de la mesa. Había