Liam observó a Denise y a la carta alternativamente, hasta que por fin se decidió a hacerle caso. No sabía qué demonios había escrito Amelia que pudiese llevar a Denise a aquel estado, pero no cabía duda de que, si quería saber, no le quedaba más remedio que comenzar a leer. Y así lo hizo, llevándose una mano al pecho y frunciendo el ceño con cada palabra, comprendiendo miles de interrogantes que ni siquiera había llegado a plantearse, y entendiendo por fin por qué Denise se encontraba tan mal. Su español era bastante básico, sin embargo, al comenzar a leer se dio cuenta de que no era necesario un gran conocimiento del idioma, ya que podía captar sin muchos problemas, al menos a grandes rasgos, lo que la madre de Denise había dejado plasmado en aquella carta.
Querida hija:
Perdón por todo lo que te he hecho vivir a lo largo de tus veinticinco años, perdón por lo que estás viviendo ahora mismo, perdón por no ser la mejor madre del mundo… En fin, simplemente espero que puedas perdonarme