Le dolía con el alma aceptar que súmate la odiaba. Y que ahora al parecer se acostaba con otras mujeres.
Bueno no podría soportar era demasiado doloroso pero no volvería a buscarlo.Lo había lastimado demasiado, para poder tener la valentía de pedirle perdón.Ella sabía que no se lo merecía como así que prefirió perderlo; aunque se sentía muy desdichada.Esa última noche, dormía muy mal. Sus ojos a pesar de estar cansados, no se cerraban y no se dormía en ningún momento.El dolor era demasiado profundo para ella y solamente quería perderse en sus sueños. A pesar de eso, al día siguiente madrugaron muy temprano. Todos estaban en el gran comedor y a lo lejos pudo ver al Alfa. Algunos murmuraban porque ya no se los veía cercanos como antes, pero nadie le preguntaba nada a ninguno de los dos.Apesar de todo, ambos eran los jefes. La luna, siguió comiendo sin mirar a nadie. Aunque en ese día en particular se h