Carolina estaba dibujando diseños nuevos para la colección que Richard y ella querían hacer, cuando de pronto, la empleada entró y le entregó una rosa y una nota
—Vino un mensajero a traerle esto, señora.
Carolina sonrió, y lo tomó
—Seguro es de mi marido —ella abrió la nota y leyó
«Hoy quiero que tengamos una noche especial, ven al hotel House Weekend, a las nueve de la noche, pregunta por una reservación a tu nombre, merecemos una noche solo para amar. Richard Steele»
Carolina sonrió y se ruborizó, se apuró en terminar todo, debía ir, quería llamar a Richard, pero decidió no hacerlo, decidió esperar y anhelar estar entre sus brazos, otra vez.
Sarah ayudaba a Finneas con sus tareas, ella también había comenzado a estudiar en línea, le gustaba su nueva casa, era hermosa, y bien iluminada, sentía que algo había cambiado, que Fred estando ahí cambiaba, era más tranquilo, platicaban mucho, convivían más, y eso provocaba que se conocieran, además las cosas en la alcoba mejoraban, estaban