144. Susan... lo siento, he vuelto a...
El regreso a casa transcurrió en silencio opresivo. Gregory permanecía callado, lanzando de vez en cuando miradas a su sobrino y a su padre. Sentía una profunda sensación de inutilidad al no haber logrado proteger completamente a su sobrino debido a su apariencia humana, y tuvo que presenciar impotente cómo arrebataban a su hermana de su familia.
Sin embargo, el más afectado era Bleid. Después de ser rescatado de la oscuridad por su hijo Barack, se sentía perdido y abatido al no tener a Audrey a su lado. Tanto su hijo como Gregory comprendían su sufrimiento, y simplemente observaron en silencio mientras Bleid subía las escaleras de la mansión Vangelis, una vez que lograron persuadirlo para que regresara.
Gregory no podía culpar a Bleid por no querer regresar y enfrentar a los malditos vampiros que habían secuestrado a su hermana. Estaba convencido de que si hubiera sido Barack quien hubiera sido secuestrado, no habría sido tan fácil persuadirlo para que regresara. Además, Bleid había