114. No irás solo.
Bleid se encontraba en su dormitorio, repasando algunos documentos importantes cuando su enlace con la manada se activó. Escuchó atentamente la información que le daban: habían encontrado el rastro del pequeño príncipe. Sin pensarlo dos veces, Bleid se levantó rápidamente de la silla y se dirigió hacia la puerta, pero fue detenido en seco por Audrey y Gregory, quienes también habían escuchado los aullidos de los lobos en la lejanía.
—Lo han encontrado — mencionó Bleid, tratando de volver a emprender su camino—. No puedo quedarme a descansar y sé que ninguno de los dos me impedirá ir por él.
—No irás solo — dijo Gregory, sin necesidad de pensarlo.
Bleid estaba sumido en una intensa conversación silenciosa con Audrey a través de su mirada. La luna llena se acercaba rápidamente y el tiempo se agotaba para encontrar al pequeño príncipe.
Bleid sostuvo con firmeza los hombros de su esposa, mirándola a los ojos con determinación mientras le hablaba, pero sus ojos no podían evitar desviarse