KAESAR:
Sus palabras me golpearon como una tormenta en pleno rugir. Era parte de ella, ¿qué significaba eso? La duda se deslizó amenazando con mellar mi determinación, pero Kian rugió en mi mente, empujando la idea a un rincón distante. Parte de ella o no, nadie iba a amenazar la vida de nuestra Luna.
El choque contra la sombra fue devastador. Mis garras buscaron hundirse en el manto oscuro que conformaba el cuerpo de ese ser, pero sus formas eran etéreas, como si atacara a un espectro indescifrable. Cada intento de lastimarlo era absorbido por la misma esencia que giraba alrededor de él.—¡Kaela, detén esto o ambos seremos destruidos! —grité mientras apartaba las alas de la criatura, que arremetían con violencia hacia nosotros.Ella luchaba por levantarse, la magia en sus manos creciendo como flamas doradas dispuestas a consumir todo a su alrededor.