—Come, anda... son tus favoritos, Jia. —Miré los panques y lo único que podía hacer era clavar el tenedor sobre ellos sin llevarlos a mi boca.
—Gracias, mamá... —Sonreí o eso traté.
Desde mi regreso de la playa, le había pedido a mi papá que me dejara estar con mamá por unos días. Por suerte, no puso ninguna objeción.
Mi móvil empezó a sonar sobre la mesa, lo miré de reojo entornando los ojos. Deyna me llamaba 10 veces al día preguntando si estaba bien, lo estaba, claro que sí.
Ellos no lo creían después de que les contara lo que había pasado con Jackson y que haya faltado a clases todos estos días, los ponía aún más alerta sobre mí.
La verdad era que después de verla a ella y a Alex teniendo sexo cuando decidí regresar a la habitación había sido mi pase directo al psicólogo. No podía olvidar el rostro excitado de Alex mientras este se follaba a Deyna por detrás.
Joder, estaba traumatizada, no podía sacar esa imagen de mi cabeza. Y cada vez que los veía, solo podía recordar ese moment