Capítulo Siete – El Resultado Inesperado
(Punto de vista de Liana)
Le dije a Leo que tenía una cita en el hospital. No le di detalles; solo le dije que era rutina, una revisión que mi padre insistió. Vi que arqueaba ligeramente las cejas, pero no hizo más preguntas. Estaba bien. No quería que nadie hiciera preguntas. Ahora no.
En cuanto el coche salió del restaurante, respiré con más tranquilidad. Intenté concentrarme en las calles que pasaban, pero mi mente no dejaba de dar vueltas. Cada golpe, cada bocinazo, cada mirada a mi reflejo en la ventana me recordaba a lo que podría enfrentarme. Tenía miedo, incluso terror.
El hospital familiar no estaba lejos, pero el viaje se me hizo interminable. Me temblaban las manos al salir del coche, y mis tacones resonaban nerviosamente en el suelo pulido. Sentía todas las miradas sobre mí al entrar, pero no me importaba. Apenas distinguía los saludos de las recepcionistas ni los gestos de asentimiento de las enfermeras. Solo quería entrar, hacerme