Capítulo 288
Lorena se sobresaltó un poco y Polo sonrió, mirándola suavemente, —¿Disfrutaste de la actividad que organicé?

—Así así. —Lorena respondió.

Las dependientas se pusieron blancas al oírlo.

Polo no se desanimó por la reacción de Lorena. Sabía que Lorena no se sentiría gratamente sorprendida por la ocasión.

Sonrió y le cogió la mano, —Vale, vamos a un sitio más interesante.

Lorena se quedó sorprendida.

Polo le tomó la mano suavemente.

Teo no los seguía.

Lorena estaba de mejor humor cuando se alejaba de la vigilancia de los demás.

Salieron del centro comercial y dieron un tranquilo paseo hacia el oeste.

En la Calle Yonge toda la gente tenía una sensación de que el tiempo era oro.

Estaba un poco sombrío. Las bulliciosas calles estaban llenas de coches y peatones.

Caminaron hasta un parque. Había una enorme fuente ovalada en el centro del parque.

Lorena se sentó en una silla cerca de la fuente.

Polo la soltó, —Espérame.

Un minuto después le entregó a Lorena un pan.

Lorena frunc
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