Estela solo pudo acudir a pedir ayuda de Lorena, no tenía otro remedio.
Lorena miró el reloj, inexpresiva, —Tengo prisa, la próxima vez.
Y se dirigió fuera. Joaquín detuvo a Estela por ella.
Estela se volvió un poco enfadada, «¿Cómo puede ser tan arrogante?»
Apartó a Joaquín de delante de ella con fuerza.
Joaquín no esperaba que hiciera eso, casi se echaba a Lorena.
Lorena reaccionó rápido y lo agarró.
Le dirigió a Estela una mirada indiferente y luego dijo a Joaquín: —Espérame en el coche.
Joaquín fue directo al coche, controlando su ira.
«Olvídalo. ¡Por el bien de la señorita Suárez, aguántalo!»
Lorena dijo en tono indiferente: —Señorita Serrano, sé algo de su familia, pero lo siento, es imposible continuar la cooperación. Creo que eso es lo que tú y tu madre quieren, ¿no?
Estela estuvo blanca durante un rato.
Pero pensaba en la situación actual, respiró hondo, tratando de mantener la calma.
Se mantuvo fría y regia frente a Lorena, conservando su dignidad, —Lo que dije e