Aurora la miró que se quedó allí, se acercó y tiró de su brazo:
—Señora Suárez ...
A Lorena le temblaron los labios y estuvo a punto de decir algo.
Al ver que la mujer le devolvía la mirada, los ojos se encontraron y la mujer la reconoció.
La mujer del lunar negro cambió drásticamente, se levantó al instante, derribó las sillas y mesas que tenía delante y corrió hacia el oscuro lugar opuesto ...
Lorena se echó a perseguirla, con voz obviamente nerviosa:
—¡Es ella, la que produjo el accidente!
Gritó y Juan, detrás de ella, la oyó claramente.
Su rostro cambió e instantáneamente los persiguió.
Varias personas persiguieron a esa mujer juntas.
Aurora se quedó atrás, vio la situación y empezó a llamar la ayuda.
Javier siguió a Lorena, sin atreverse a perder un paso.
Detrás de él, Juan alcanzó rápidamente, con ferocidad.
Él los superó muy rápidamente ...
La mujer corrió hacia un callejón pequeño y oscuro sin farolas y desapareció en un instante.
Lorena y los demás estaban a punto de entrar co