Capítulo 55: Encerrada.

Hacía frío, mucho frío. Sentía el brazo hormiguear. El suelo se movía. ¿Era el suelo?

Algo me estaba tocando.

Abrí los ojos con pesadez. Quería seguir durmiendo.

Lo primero que vi fue el torso desnudo de Derek. No me asusté, estaba demasiado adormecida para ello.

Movió mi brazo enyesado y lo puso sobre la pila de almohadas a mí lado. No sé en qué momento me moví de posición.

Se supone que debía estar con el brazo elevado mientras estaba acostada, para evitar coágulos, embolias y esa clase de cosas.

Él me arropó y volvió acostarse a mi lado.

No tardé en volver a dormirme, no sé si era por los analgésicos o el cansancio, pero estaba muy soñolienta.

¿Cuánto tiempo había pasado? Continuaba cansada. La cama se movía otra vez.

Sentí como movían mi brazo y lo colocaban en la pila de almohadas. No sé en qué momento me quitaba de la posición debida.

La sabana cayó sobre mí y la cama se hundió a mi lado. No hubo más movimientos.

La cama se movió. Mi brazo fue tomado
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