Sonia llegó a ese edificio, pidió al chofer que esperara ahí, pero la mujer no entró, siguió de largo, hasta que Gustavo apareció en un viejo auto Ford, y ella subió.
Èl condujo alejándose.
—Sonia, ¿por qué vienes a verme a esta hora? ¿Quieres que alguien nos descubra?
El hombre quiso besarlo, siempre fueron amantes, incluso una vez su padre los descubrió, pero le dijo que si se atrevía a quedarse con Gustavo la desheredaría, fue esa razón que la impulso a casarse con Fabián Flores, pero nunca lo amó, incluso cunado sus hijos nacieron, lo obligó a negarles el apellido flores y les impuso el Moctezuma.
Sonia se negó al beso.
—¡Hay algo malo, Gustavo!
—¿Qué pasa?
—¡Elisa! Es la mujer de Lisardo Expósito, ¡el gemelo de Leander! Al que mandamos a matar.
Gustavo abrió ojos enormes.
—¿Qué dices? —preguntó incrédulo de lo que ella decía.
—¡No puede ser!
La mujer asintió.
—¡Lo juro! Esto es horrible, esa m*****a salió de prisión, ¡Jamás pensé que buscaría al gemelo de Leander! Creo que sabe a