15: El vínculo de compañeros.
Gabriel Cox.
Cuando íbamos de camino al templo Karnak mi lobo, Egar, me dijo que algo no andaba bien. Sentía y podía oler que alguien nos estaba siguiendo. En ese momento, para cuando pusimos un pie dentro de la sala hipóstila, con el cálido sol rodeándonos, mi hijo Adriel se comunicó por nuestro enlace.
—Papá, Leander, algo no anda bien. Raid y yo creímos oler algo cuando estuvimos en el pueblo Esna, lo olemos ahora, y es peligroso.
—Egar también piensa lo mismo, salgamos de aquí.
Antes de que mi hijo Leander pudiera decir algo el olor se hizo mucho más fuerte. Enseguida Egar quiso salir. No estábamos seguros allí. Licántropos se aproximaban con malas intenciones.
—¡Víctor! ¡Aníbal! ¡Regresen a sus casas ahora y encuentren un lugar seguro! —gritó Leander.
En ese momento sentí que algo estaba sobre nosotros. Todos alzamos la vista y pudimos ver a dos grandes licántropos en los picos de las estructuras de la sala hipóstila dejándose caer hasta llegar frente a nosotros.
—Si no quieren p