Margot

No hubo abrazos cariñosos ni sonrisas cálidas en el recibimiento de la madre de Jayden. Parece más un encuentro de trabajo que una madre recibiendo a su hijo. Y por la forma en que el cuerpo del sexy moreno se tensa cada dos por tres minutos, se que él es muy consciente de eso. Sin embargo, su postura y expresiones son las propias de alguien a quien no le importa en absoluto el desplante, no quiero ni pensar todo lo que ha tenido que pasar para llegar a adquirir esa indiferencia tan bien fingida.

La madre de Jayden arrugó un poco el gesto cuando éste la saludó y le dio un superficial beso en la mejilla que me recordó un poco a la forma en que se saludaban las chicas en las películas juveniles que veía, donde las todas eran falsas y todo lo que hacían era vacío. Fue escalofriante.

Sin embargo, mantuve mi expresión cordial y sonriente en todo momento y cuando los ojos verdes, tan parecidos a los que me calientan, se fijaron en mí, hice todo lo posible por mantenerme impasible y r