—Lo sé, Víctor me lo dijo ¿Cómo te sientes con eso? —Melissa miró a Daniela desde la pantalla y alzó los hombros.
—No lo sé aún. Estaré en esta casa con gente que conozco, pero que a la vez… —ella se interrumpió cuando Daniela soltó un bufido.
—Es que no es fácil, Meli, son personas prácticamente desconocidas, y aunque ya estás tan pegada a Bruno, no es lo mismo.
—Lo sé.
—Pero dime, ¿cómo es trabajar con los mejores diseñadores? —En ese momento sí esbozó una sonrisa.
Estaba en su hora de Lunch usando la terraza y había aprovechado por sacar sus temores con una única persona que podía entenderla.
—Es de locos, aún no me lo creo… agradezco que estaré lo suficientemente ocupada, aunque me encanta estar con Luca.
—Es un tema que no puedo entender todavía.
—Te explicaré cuando podamos vernos.
—Lo sé —Daniela suspiró—. También me he sentido sola y Melissa frunció el ceño.
—¿Cómo va el matrimonio?
—Maravilloso, Víctor es un loco de mierd@, pero es increíble.
Melissa sonrió naturalmente.
—Pue