Marena:
Cuando finalmente tuve a Abraxas frente a mi, luego de solo hablar por teléfono con el supe que estaba perdida, cualquier imagen visual que pudiera haber tenido se quedaba a medias en comparación con el hombre que tenía al frente.
Sus ojos me recorrieron de pies a cabeza con descaro, casi podría jurar que mi piel hormigueaba por cada lugar que sus ojos miraban.
Sus hermosos pozos adornados por largas y rizadas pestañas lograron sonrojarme podría jurar que me veía con Deseo crudo, y por primera vez en mi vida me sentí deseada, sin esa barrera que siempre opacaba cualquier oportunidad que pudiera tener.
En ese momento era simplemente Marena Black, la CEO y socia , la mujer , dejando de lado el pretencioso título de princesa que según mi madre no merecía por ser tan insignificante.
El simplemente me estaba mirando a mi, por supuesto que sabía que Abraxas Siller era un hombre peligroso, toda mi vida me hablaron de lo perverso que podía ser.
-Señorita Black,- su ronca voz