Marena: Quise saltar del escritorio en el instante en el que el rey Alexander entro en mi despacho, pero el agarre en mi cintura se volvió posesivo. Abraxas no me permitió alejarme de su toque ni un milímetro, sentí la pesada energía del rey Alexander al entrar con paso firme y mirada acusatoria. -Marena,- El hablo con la misma voz dura y ruda que me hablaba mi padre cuando se sentía decepcionado de mí, después de que mi madre le recordara cada segundo del día lo inútil que era. Sentía que el corazón se me saldría del pecho en cualquier momento, odiaba sentirme así porque toda mi vida mi madre utilizo la culpa y la decepción como armas psicológicas en mi contra. -El rey oscuro no es bienvenido aquí, - su voz severa me recuerda a mi madre. Llega a mi lado y tira de mi brazo con brusquedad haciéndome trastabillar a sus espaldas, Abraxas aprieta la mandíbula claramente molesto. -No la toques, - apenas alcance a escuchar su voz posesiva porque me atrapó entre sus brazos. -Apenas
Derien: -Esto es malo, - Fue lo que dijo el tenebroso antes de perderse en sus propios pensamientos. -No puede ser, esa bruja malparida, - apretó la mandíbula - ¿Que ocurre?, - Abraxas me miro y luego a la mujer enredada entre mis brazos, la miro con intensidad, fijamente. No tenia que decirlo, se notaba en cada gesto, podía haber un reino entero metido en este despacho, pero su mirada eventualmente siempre recaía en ella, lo sé por qué me pasaba exactamente lo mismo. Marena dormía con una calma envidiable, ajena a cualquier cosa que pudiera perturbar sus sueños, su respiración era suave y de vez en vez se le escapa un pequeño quejido y su entrecejo se fruncía, que se disipaba cuando Prius le ronroneaba al oído. Ella era hermosa incluso cuando dormía y de la comisura de sus labios escapaba un pequeño hilo de baba, ¡Devastadoramente ADORABLE! Sus mejillas sonrojadas y pecosas me incitaban las ganas de llenarle el cuerpo de besos, uno por cada peca que la adorna. Marena Black
Marena Black:"Yo Alfa Ryder Müller de la manada luna de fuego, te rechazo a ti, Marena Black princesa del reino de Asorta"Sentí mi mundo dar vueltas, otra vez, bajo la reprobatoria mirada de mi madre, quien toda mi vida me había detestado por no tener lobo.El rechazo de mi segunda oportunidad de pareja estaba matándome, el dolor en el pecho era infernal, pero me obligue a soportarlo porque ya era humillante ser rechazada por segunda ocasión frente a todo el reino, como para permitirles verme desecha.Era mi cumpleaños número veinte y bajo la insistencia de mi padre por celebrarlo, mi madre accedió, no se me había permitido elegir ni siquiera el sabor del pastel, o la ropa que llevaría puesta.Mi meticulosa y exageradamente controladora madre eligió cada detalle, yo era hija única, mi madre decía que no pasaría por la vergüenza de tener más hijos y resultarán igual de inútiles que yo, *sin lobo*.Las cosas no mejoraron cuando fui rechazada por mi propia pareja o utilizada por algún
Marena: Respiro profundamente antes de tocar la puerta de la curandera, es una hermosa Bruja de magia blanca, su cabello es tan blanco como la nieve y sus mejillas sonrojadas, tiene ojos grandes y expresivos azul eléctrico Solía refugiarme en su cabaña cuando mama tenía sus arrebatos, siempre procurando que papá no se diera cuenta de cuánto me aborrecía Yura es una mujer hermosa y muy dulce, en ocasiones me gustaría que mi madre fuera como ella Tocó la puerta con duda, pues cuando tenía diez años mi madre descubrió que me ocultaba en su cabaña y la mando azotar, sentí tanta culpa que me obligue a olvidar el camino a su cabaña -Hey,- hablo en un hilo de voz, bajo la atenta y curiosa mirada de Yura Praxola -Mar,- sonríe ampliamente envolviendome efusivamente entre sus brazos Siento un extraño cosquilleo que me hace sentir como si perteneciera a esos brazos, correspondo al abrazo acurrucandome en su pecho Luego ella parece darse cuenta de algo y se aleja como si mi tacto
Derien:" Cerezas "Fue el maldito aroma femenino más embriagador y envolvente que avasallo mis fosas nasales cuando entre en el despacho de esa tal Marena Black.Enseguida mi lobo se puso frenético y comenzó a repetir sin descanso una sola maldita palabra que me dejó tieso al instante.-"Mia, mía, compañera”, - murmuré contrariado repitiendo esas palabrasAspire profundamente ese delirante aroma y mi padre noto que Prius , mi lobo se estaba haciendo notar demasiadoLo que era extraño tomando en cuenta que solía ser demasiado hermético, mi padre sonrió burlón, descifrando al instante el caos que surgía en mi cabeza-oh baya, esto es hilarante, a la diosa sí que le gusta dar lecciones de vida, veamos cuánto te dura la soberbia cuando veas a la hermosa hembra a la que llamaste poca cosa hace un momento, - golpea mi hombro, desafiándomeUna punzada de celos posesivos que ni siquiera sabía que tenía, se desató dentro de mi! ¡Esa mujer era mía, y nadie podía mirarla o desearla!-oh, por c
Derien: Me está costando una vida contener estás malditas ganas de tomar a mi luna, y hacerle todo lo que me dicta mi instinto, salgo a toda prisa de su oficina y enseguida me encierro en el baño con dolor de bolas, y la verga tan dura que bien podría hundir un clavo en la pared a golpecitos Contener a Prius es otro problema, porque ese lobo cachondo pide a gritos aparearse con su hembra ¡Nuestra! Le replicó al engreído lobo que no ha parado de tirar la baba por ella desde que la vio, arranco con urgencia los botones del maldito pantalón de vestir, tan ceñido a mi entrepierna que me asfixia la polla De un tirón bajo mis bóxer y pantalones, mi verga rebota en mi abdomen y doy un suspiro de alivio al sentir más espacio casi por inercia mi mano se aferra a ese mástil erguido y venoso que se hace notar con mérito propio Un jadeo ronco de pura y burda satisfacción hace eco entre las paredes, continúo estimulando desesperado por liberar tan solo un poco la presión que me tiene doliend
Capítulo 4 Derien: Trate de seguir a mi luna, tenía mis dudas sobre qué lugar era este, en apariencia era una simple hacienda, pero en realidad era un triángulo entre tres fronteras y eso solo podía ser posible si había magia de por medio. ¡Pero no cualquier magia, una poderosa y antigua! Con ojos inquisitivos observé a la gente de este lugar, nadie aquí era lobo, achique los ojos desconfiados, mientras mi lobo se puso alerta. ¿cómo era eso posible? yo rescate alrededor de cien omegas, se supone que deberían estar aquí > llamo a mi lobo y sé que se encuentra igual de inquieto que yo, la gente nos mira pasar con la misma desconfianza con la que nosotros avanzamos > mi lobo asiente con las orejas levantadas y en total alerta, suelta gruñidos bajos mientras la gente comienza a juntarse por las ¿calles? > mi lobo presta más atención al lugar, a la gente > no puede ser la misma
Marena: -Es... ¿un Pegaso?, - escucho la voz preocupada del beta mientras alfa Derien intenta ocultarnos detrás suyo. -Tranquilos, es mío, - acaricio su espesa cabellera y el animal se restriega contra mi mano. -Lo encontré lastimado en el rio días después de comprar la hacienda, - no entiendo la cara de póker que tienen todos. -Majestad, - escucho que me llaman varias veces. Hace mucho tiempo no me llaman así y creí que se referían a Alfa Derien, hasta que recordé que la hechicera confianzuda lo llama por su nombre, algo dentro de mí se revuelve y me molesta. Tengo cierta punzada en el pecho que intento ignorar, no entiendo porque me molesta. No debería permitirme sentir absolutamente nada por un hombre para el que jamás seré suficiente. Pero no puedo evitarlo, cada vez que lo tengo cerca mis ojos se desvían hacia el sin siquiera pensarlo, desde ese maldito día en el rio no paro de pensar en él, extraño lo que me hizo sentir su toque en mi piel, lo eh evitado como la roña,