Jijijiji alguien tiene idea de cuando quedo Neyra embarazada? Los leo, Lynn Baez
~Reconocer un error no es humillarse, es crecer como persona~–Usamos protección todas las veces que hemos estado juntos, excepto la vez que saliste a cabalgar y debido a la tormenta terminamos pasando la noche en la cabaña. −le aclaró Alexander.Neyra se le quedó viendo mientras recordaba los hechos de aquella noche.–Ese día no lo hicimos, tú no te quisiste meter a la tina conmigo porque no traías condones. –comentó ella con más dudas que antes.–Neyra, tuviste calentura. Te quedaste dormida, desnuda, envuelta en una cobija y cuando te despertaste, prácticamente abusaste de mí. –dijo bromeando.–No es cierto, me estás aprovechando de que no lo recuerdo. –mencionó riendo nerviosa.–Estoy hablando en serio, me agarraste dormido. Te dio calentura, traté de persuadirte un par de segundos porque estabas ardiendo, pero al final me ganó el deseo y me dejé llevar. La verdad no recuerdo si lo hicimos sólo una vez, lo que sí sé es que no usamos protección. Tuvo que haber sido esa vez, soy muy
♥ En Familia ♥~Muchas veces las cosas pequeñas son las que nos dan mayor felicidad~Alexander se ofreció para ser él quien le fuera a informar a Bryan que iban a estar en su casa. Aprovecho para pedirle a su familia que no los molestaran y que se hicieran cargo del niño mientras él y Neyra descansaban un rato juntos. Quería pasar tiempo con ella a solas, sentía la necesidad de no volverse a separar de su mujer nunca más.Cuando llegó a su habitación la encontró profundamente dormida y se alegró de volver a verla dormir nuevamente en su cama. Al mismo tiempo y sin darse cuenta una gran sonrisa se dibujó en su rostro al ver el vientre prominente de Neyra, se sentía orgulloso y feliz por haber sido el responsable y el portador de la semilla de ese pequeño milagro que crecía cada día en el vientre de la mujer que amaba. Se acostó a su lado quedando frente a ella, tenía la intensión de admirar a su amada y disfrutar ese momento; sin embargo, el efecto de la pastilla lo obligó a cerrar sus
~La familia es donde el vida empieza y el amor nunca termina~–Sí, mami, tú también tienes muchos, muchos zapatos y bolsas y estás esperando a que salgan las nuevas colecciones para comprarte más; tú las quieres todas. –dijo el niño riendo, pues sabía que esa batalla ya la había ganado.Con su padre a su favor se iba a salir con la suya, en realidad quería el juego que tenían sus primas, pues ellas no estaban todo el tiempo ahí para poder jugar. Sobre todo, le entusiasmaba saber que su papi se lo regalara.–Chismoso. –dijo Neyra haciéndole caras chistosas antes de dejarse ir hacia él para agarrarlo a cosquillas.Después de despedirse de la familia de Alexander, acordaron en ir primero a la casa de Neyra para dejar su camioneta y de ahí irse juntos en la camioneta de él al centro comercial para comprarle al niño lo que quería. Sin planearlo, terminaron entrando a varias tiendas, incluyendo una para bebés. Neyra no imaginó que le costaría tanto trabajo, convencer a Alexander de que no
En el pasado, sus miradas irradiaban amor y complicidad, parecían leer los pensamientos del otro. Ahora sus miradas eran frías, llenas de resentimiento y desprecio de uno hacia el otro. Después de cruzar un par de palabras y de sonrisas fingidas, Alexander pidió una ronda más de bebidas para todos los de la mesa y ofreció un brindis por ella.−Va por ti...mi bonita, mi Neyra. La mujer que más he amado.El brindis y las absurdas palabras de Alexander tomaron a Neyra por sorpresa, ya que no sabía si tomarlo como burla o como broma. ¿Cómo se atrevía a decir esas cosas después de que la desprecio y le dijo que las mujeres como ella solo servían para pasar un buen rato? Cerro los ojos mientras suspiro y empuñó sus manos, al mismo tiempo que agradeció en silencio por no tenerlo cerca y darle su merecido por sínico y hablador. Ella no bebía
♥ El Encuentro ♥~No hay lugar como el hogar~A Neyra Castillo le llevo unos segundos apagar el motor y bajar de la camioneta Ford Runner gris que rentó en el aeropuerto para llegar al rancho de los Kohl. Con incertidumbre camino a la puerta de la casa prefabricada que ocupaba el capataz del rancho. Todo parecía igual al día que ella salió de ahí, hacía siete años. Lo único que vio diferente fueron las jardineras a la entrada de la casa y a un costado. Ahora tenían más plantas y los rosales estaban tupidos, algunas rosas apenas en botón, mientras que la mayoría estaban parcial o totalmente abiertas. Al ver lo hermoso que se veían, pensó en lo orgullosa que estaría su madre de sus plantas; se notaba que le gustaban las flores y la jardinera.En ese momento cruzó por su mente la duda de si su papá también estarí
“El silencio otorga, la sonrisa confirma y la mirada habla”Neyra estaba siendo abrazada por sus padres, con una sensación de plenitud, de tranquilidad, de paz; sin duda ese momento era invaluable y lo iba a atesorar y a recordar por siempre. El estar al lado de ellos era lo único importante en ese momento. Iba a dejar que pasaran unos días para abordar el tema del trabajo y de la casa. Con suerte y con la ayuda de sus hermanos, quizás juntos lograran convencerlos para que comenzaran a disfrutar un poco más de vida; de sus hijos y de los nietos. Después se preocuparía de eso, ahora su única prioridad era enfocarse en disfrutar al máximo, estar ahí con ellos.A pesar de que Manuel estaba feliz de volver a ver y de tener en casa a su hija menor, él tenía que cumplir con sus obligaciones y labores; quizás otro día hubiera podido pasar más tiempo con ella o enviar a su mano derecha a supervisar por él. Pero por desgracia, ese día ya tenía un compromiso de trabajo y no lo podía cancelar o
~El corazón nunca olvida el lugar donde dejo sus mejores latidos~Después de que Neyra se despidió de aquellos conocidos, volvió a hablar con su amiga mientras no podía dejar de pensar en que Alexander estaba más apuesto de lo que ella lo recordaba. Ahora tenía quince kilos de más, pero al parecer eran de puro músculo, las venas de su antebrazo sobresalían entre cada músculo, fue difícil no notarlo en el momento en que tomo el jarro de cerveza que tenía enfrente de él. Sus brazos, sus hombros y pectorales estaban perfectamente detallados.Por lo general Alexander esperaba hasta estar en su casa para beber algo, pero esa tarde en el trayecto a su casa por alguna razón decidió ir a comer algo y aprovechó que estaba ahí para tomarse unas cervezas. Sin saber por qué volteo hacia la puerta y vio a Neyra entrar. No le dio importancia,
“Hay caricias del pasado que interrumpen el presente”Minutos después, Neyra regresó a su lugar en la mesa y vio a Alexander en la barra. Sabía que algún día tendría que volver a verlo y hasta ese día había creído que ya no le importaba, más no fue así. No podía dejar de pensar en la última vez que lo vio, la dureza con la que la trato y las palabras tan hirientes que le dijo.Veinte minutos después, Alexander y un amigo de Neyra se incorporaron a la mesa. Ella evitaba verlo, pero le era imposible; parecía que fueran dos imanes y entre más cerca estaban el uno del otro era mayor la atracción que había entre ellos. Sin darse cuenta volteaba a observándolo mientras alguien cerca de él hablaba. Cuando Neyra lo llegaba a ver observándola y sus miradas se encontraban, veía coraje sus ojos. Se preguntab