Hola, ¿Se habrán quitado las ganas esta parejita? ¿Ya están odiando a Alex o todavía no? Los leo, ¡gracias!
~Rompiste mi corazón, igual que tus promesas~La boda de Ana, una de las primas de Neyra sería en un par de días. Ese día se llevó a cabo la despedida de solteros de los futuros esposos. Alexander asistió a la del novio, la cual terminó primero y sin tener nada más que hacer, decidió acompañar a los demás a recoger a sus parejas a la casa de otra prima en donde se encontraban ellas, incluyendo a Neyra.Al llegar lo primero que escucharon fueron las carcajadas de las mujeres, ya que se escuchaban desde afuera de la casa, esa fue la primera indicación de que la fiesta para ellas aún no terminaba y que probablemente todavía estaban bebiendo. Los hombres voltearon a verse unos con otros y se rieron al coincidir que la diversión de la noche aún no terminaba. Ese día había sido la despedida de Ana con primas y amigas porque el fin de semana pasado había tenido una despedida religiosa a la cual asistieron las mamas, tías y abuelas de ambos novios.El dueño de la casa y los demás hombres entr
~Un hombre con un buen perfume, suma muchos puntos~–No. –dijo antes de darle otro sorbo a su bebida y en vez de colocarla a un lado de ella, la sostuvo con ambas manos con la intención de aminorar un poco el frío que tenía. En realidad, estaba a punto de cruzar sus brazos para frotarlos con las palmas opuestas, pero ahora que Alexander estaba ahí no quiso hacerlo para que no se le fuera ocurrir ofrecerle su chamarra, o peor aún, abrazarla.–Es una noche fría. –comento él, mientras se sentó a un lado de ella y la observaba.–Y muy bonita, vale la pena un poco de frío. –respondió ella antes de volver a tomar un poco de café.Alexander se quitó su chamarra para colocarla sobre la espalda de ella.–No te molestes, no es necesario.−hablo evitando que la pusiera sobre sus hombros.–No es ninguna molestia, por favor acéptala y no me lleves la contraria.–De verdad, no es necesario; yo puedo pedirle algo a mi prima para abrigarme.–Mientras lo haces, déjatela. –sugirió casi ordenándoselo, sin
♥Una Verdad a Medias♥~Nunca se olvida un amor, se aprende a vivir sin el~Al salir de la casa, Neyra volvió a sentir frío y por instinto cruzo los brazos.–Yo puedo irme sola, gracias por la propuesta, pero prefiero manejar –le dijo a Alexander quien ya se iba a quitar nuevamente la chamarra y ella apresurada lo detuvo –. No te la quites por favor, no la quiero. Estoy bien así. –dijo un tanto molesta y confundida por la conducta de él.–Si no quieres la chamarra está bien, pero voy a dejar que manejes así. No estás en condiciones de manejar, puede ser peligroso. –dijo y se quitó la chamarra.Sin decir nada, Alexander estiro el brazo con la chamarra en la mano y al ver que Neyra se negó a tomarla, él se quedó con ella en la mano.–No va a pasar nada. Contigo enfrente de mí, iluminándome el camino y guiándome, nada malo puede pasarme.–No, no me convences. Si yo voy en otro vehículo y tú te llegas a sentir mal en el camino, no voy a poder hacer nada para ayudarte. Olvidado.–Eres un n
“Nada dura para siempre, por eso deseo que seas mi nada”~Frida Kahlo~Alexander se fue y Neyra le puso el seguro a las puertas. A ella le pareció que él ya se había tardado y cuando menos lo esperaba vio el rostro de un hombre pegado a vidrio de ella, al mismo tiempo que lo golpeo. Neyra pego un grito antes de reconocer el rostro de Alexander, quien muriéndose de la risa jalo la agarradera de la puerta para abrirla y al ver que tenía seguro se lo quito con el control de la alarma. Neyra volvió a presionar el botón del seguro y no lo dejo subir al ver que él seguía riéndose. Lo hizo un par de veces y riéndose más le dijo que la iba a dejar ahí y se volvió a ir.Casi enseguida regreso y finalmente pudo abrir la puerta del lado del ella.–No te enojes, bonita; mejor ven para que veas algo.–Si es otra broma, te juro que me las vas a pagar.–No ven. –pidió él y la toma de la mano para llevarla a unos veinte metros de donde se estacionó para mostrarle como se veía el resplandor de la lun
~Cuidado con la verdad a medias. Es posible que hayasapreciado la mitad equivocada~–¿Ya estás usando algún método o me vas a hacer que use protección? −cuestionó entre besos.–No, no voy a tomar algo sólo porque voy a estar aquí un par de días.–¿Y después qué? ¿Cómo te vas a cuidar? −quiso saber, separándose de ella.–Eso no importa en este momento. Ahorita preocúpate de no transmitirme una enfermedad o una infección, o peor aún, dejarme embarazada. –dijo casualmente, intentando dejar ese tema de lado.Respuesta que no le agradó a Alexander, y lo puso más de mal humor por tener la estúpida idea de no usar condón con ella, tal como siempre lo hacía con todas las demás mujeres. Ahora gracias a eso lo estaba acusando de tener algo contagioso.–Yo tampoco quiero que me vayas a pasar algo. –aseguro molesto.Neyra se quedó con la boca abierta por lo que le dijo y en el tono en que lo hizo. Ella tenía razones de sobra para preocuparse de contraer una enfermedad, pero él no.–Por mí no te p
♥ Sin Culpa ♥ ~No fue tu culpa, ni la mía, pero ambos pagamos por las decisiones que tú tomaste~–Alex –lo llamó, pero él no volteó. Estaba dolido y avergonzado por ser tan patético y no poder aceptar que la mujer que amo le fue infiel. –Alex, por favor mírame. No sé a quién viste, pero no era yo. ¿Según tú, cuándo fue me viste? –preguntó con una mezcla de sentimientos encontrados. Dolor al saber que él desconfió de ella, alegría porque todo lo que le dijo en la boda de Scott fue porque estaba dolido, y tristeza porque alguien más fue el culpable de que ellos terminaran separados.–Dos semanas antes de la boda de Scott. −respondió avergonzado, porque a pesar de eso, estaba ahí, deseando volver a tenerla entre sus brazos y hacerla su mujer.Neyra hizo memoria, hasta que recordó lo que sucedió esa día. –Alex, ese fue el fin de semana que estuve enferma. No salí a ningún lugar porque no podía ni levantarme de la cama. Me la pasé la mayor parte del tiempo dormida.–Yo te vi Neyra –gritó
~Hay silencios que crean malentendidos en el corazón y fisuras en el alma~–Lo voy a sentir mucho por ellos, porque me voy a ver forzada a demostrarlo al precio que sea, caiga quien caiga. Recuerda, que entre el cielo y la tierra no hay nada oculto, todo sale a luz tarde que temprano. Al igual que tú los viste, alguien más también tuvo que haberlos visto en alguna ocasión, o si no, alguien más además de ellos, tiene que saberlo. −dijo dirigiéndose a la salida.Veinte y cinco minutos después, Alexander y Neyra estaban afuera de la casa de Elisa. Neyra le marco y la puso en alta voz.–Neyra, ¿pasa algo?− indagó preocupada prima.–Sí, necesito que hablemos sobre lo que paso dos fines de semana antes de la boda de Scott.– ¿A qué te refieres?–Necesito le aclares a Alexander, a donde y con quien fuiste después de que saliste de la casa con mi chamarra, la que él me regaló.Elisa tardó en contestar, el tiempo que le llevo recordar esa fecha en particular.−¿Podemos dejarlo para mañana?−impl
"Si tu intención es descubrir la verdad, hazlo con sencillez, la elegancia déjala para el sastre"~Albert Einstein~Alexander se sentía más que feliz, la confesión de Elisa le devolvió la dicha y la felicidad que había perdido hace siete años; la cual creyó que no volvería a sentir. Tenía 20 años cuando conoció a Neyra, y en ese momento supo que quería tener algo con ella, un año después supo que quería casarse con ella. Ahora a sus 30, después de haber estado separado de Neyra, y que ninguna otra mujer lo hizo olvidarla, ahora estaba convencido de que quería pasar el resto de su vida a su lado.Ilusamente pensó que ahora ellos podrían reiniciar su relación, quizás ella tuviera alguien más en su vida, pero tenía la certeza de que ella sentía algo por él. Por ello, estaba seguro de que podría hacerla olvidarse de esa otra persona, era consciente de que no sería tan fácil, pero por volver a estar a su lado, estaba dispuesto a todo.–Neyra, mi amor. –dijo con una gran sonrisa, al mismo t