~Hay recuerdos que nunca se borraran, y personas que nunca se olvidan~
−Necesitas tomarte unos días de descanso Neyra, no puedes seguir trabajando así. Te vas a enfermar si no es que ya lo estás. ¿Por qué no te vas conmigo? Te haría muy bien estar unos días en casa, con tu familia y sobre todo con tu papá. −sugirió Linda, con cariño.
−Tú sabes que ahorita no puedo, hay varios proyectos en puerta. Además de los compromisos que ya tengo. –respondió y al ver el rostro de Linda, se sintió mal porque sabía que su mamá estaba realmente preocupada por ella.
−En cuanto pueda, voy a ir.
−Tienes siete años diciendo lo mismo, date tiempo para ti misma. Le dedicas todo tu tiempo y atención al trabajo y Bryan.
−¿Tú crees que no quiero ir, y que no me duele en el alma por no poder estar allá unos días con mi papá?
−No lo parece. No necesitas trabajar tanto, tienes suficiente. Lo que necesitas es tomarte un descanso, esos desmayos y mareos no me gustan para nada.
−Tengo que aprovechar ahorita que te