Agarro el gel de ducha perfumado y me echo un poco en la mano. Reconozco el aroma que usa Collin. Me pongo la mano debajo de la nariz para absorber el olor. Mi cuerpo se estremece al pensar en el propósito del fin de semana. Mañana es mi fecha de ovulación. Mi interior se tensa al pensar en lo que está por venir.
Me lavo el cuerpo, ahora sensible, y los pezones me tiemblan. No me sorprende encontrar mi clítoris hinchado y necesitado cuando mi mano finalmente baja más. Me enjuago. No hay tiempo para eso. Collin está esperando para usar el baño.
Apago los chorros y salgo. Después de secarme, me pongo la ropa de dormir. Mi cepillo de dientes está al lado de un lavabo, así que me cepillo los dientes y me aplico crema hidratante antes de ir al dormitorio.
‘‘Todo tuyo ‘‘digo, mientras me dirijo hacia la cama’‘. ¿De qué lado?
‘‘¿Cómo estuvo la ducha? ‘‘pregunta Collin, levantando la vista de su teléfono.
“Increíble. Justo lo que necesitaba.”
‘‘Genial ‘‘dice, desapareciendo en el baño.
‘‘Está