Capítulo 50. Negarme mi venganza.
Jacob.
*¡Ya es suficiente, Kell!
Me empujé para salir justo antes de que el chucho matara a Madison. Para este punto teníamos una audiencia considerable de personal médico que miraban horrorizados la escena. Me pasé una mano por el pelo sin importarme llenarme de sangre y luego miré hacia arriba para captar la atención de algunas enfermeras.
-¡Necesito una camilla urgente! ¡Muévanse gente!
A mi señal se apresuraron a trasladarla a la unidad de cuidados intensivos. Las heridas que provocó Kell eran bastante profundas y no me hubieran preocupado en otras circunstancias debido a nuestra curación acelerada; el problema es que parecía ser que le pasaba exactamente lo mismo que a Dalila: No se estaba curando.
Mierda, mierda, mierda…
*¡Espero que estés feliz, chucho!
*De hecho, no lo estoy. Su muerte es la única cosa que traería felicidad a mi alma. Humano inútil, aprovechaste mi debilidad para… negarme mi… venganza…
*¡¿Tú venganza?! Lo único que hizo Madison fue ofrecer su cuerpo. ¿En qué