Capítulo 118. Maldito Tomás.
Dalila.
La situación no se veía para nada bien.
Diana intentaba mantener a raya a los lobos que tenían cautivas a las cachorras, pero donde un lobo moría, salían al menos otros cinco para ocupar el puesto. Esto era una locura.
Gracias a la madre, el trío dinámico, mejor conocido como nuestra “pareja” (o al menos hasta que tenga algo que decir al respecto, no es como si hubiéramos tenido un momento a solas donde nuestras vidas no peligraran últimamente) había llegado a ayudarnos un poco.
Vi a la distancia que mis amigos se unían al grupo de Damián. Hace años que no lo veía y debo decir… que ya no sentía ni una pequeña chispa de sex appeal que había sentido de su parte en el pasado. Una lástima.
*¿Cuántos lobos había allá abajo?
*Un montón, al parecer.
*¿No se suponía que estábamos casi extintos? Menuda broma.
*Desinformación, solamente. ¿Tienes algún plan?
*Ni uno. ¿Crees que si les digo que dejen de pelear y acepten tranquilamente su muerte, me escucharán?
Suponía que una Diana sarcás