Punto de vista de Olivia
Miré a Diego mientras me declaraba su amor, con la desesperación reflejada en sus ojos. Óscar seguía aferrado a mis piernas , temblando con cada sollozo, mientras Raquel, sentada en el suelo con la cara enrojecida por la bofetada, apenas era la sombra de la mujer arrogante de antes.
Solo los pitidos de los monitores y la respiración entrecortada de Óscar rompían el silencio.
Respiré hondo y permití que una leve sonrisa asomara en mis labios.
—Te creo —le dije suavemente.
La cara de Diego se iluminó de inmediato, con la esperanza brotando en su mirada como un campo floreciendo tras la lluvia. Se relajó visiblemente y dejó escapar un suspiro de alivio.
—Gracias —murmuró con la voz quebrada por la emoción—. Te prometo que...
—Te creo cuando dices que me amas —lo interrumpí, manteniendo la sonrisa—. También me creo que Óscar quiere volver a tenerme como madre ahora.
Me agaché y acaricié con ternura el cabello de Óscar. Él alzó la vista, con su carita llena de lágri