—Siempre has sido discreta, prima. Nunca asistes a eventos públicos como este.
—Pues, tendrás que acostumbrarte—Clara entrecerró sus hermosos ojos, mirando a Carolina con un gesto muy intrigante. —En el futuro, estaré más presente en público. Creo que debemos vernos y ponernos al día con más frecuencia, primita.
Carolina tenía una sonrisa incómoda en su rostro, pero estaba bastante furiosa por dentro.
—Señorita, ¿puede mostrarnos su invitación, por favor? — el personal fue educado al preguntarle directamente a Clara.
—No tengo invitación—respondió Clara con gran naturalidad.
Carolina no pudo evitar reírse y burlarse de ella. Finalmente, había encontrado una gran oportunidad para tomar la delantera. —Prima mía, ¿no has asistido a eventos tan exclusivos en mucho tiempo? ¿No sabes que necesitas una invitación para entrar a estos sitios? Le estás creando conflictos al personal.
El personal también se mostró bastante incómodo. —Lo siento, señorita, pero sin invitación no podemos permitirle