Clara rodó los ojos en su mente.
—Dime, Irene. Abuelo cree que cualquier cosa que digas ha sido cuidadosamente considerada—dijo el abuelo con amabilidad.
—Abuelo, quiero pedirte que traigas a Noa a vivir contigo—dijo Clara, considerando a Fernando como su propio abuelo y sin reservas.
Alejandro intervino: —Estoy de acuerdo.
Clara lo miró y respondió de manera brusca: —¡No te pregunté!
Alejandro entrecerró los ojos, sonrió ligeramente y dijo: —No importa, me da igual si me preguntas o no, apoyo tu idea de todos modos.
Clara miró al hombre con irritación y apretó los dientes.
—Irene, ¿ha pasado algo con Noa? — preguntó Fernando preocupado.
—Noa tiene autismo, y la pareja Hernández tiene mucho trabajo y una gran familia. Además, están al frente de una empresa, por lo que temo que no puedan cuidar adecuadamente a Noa. Esto no es bueno para su condición. Así que, quiero que Noa viva contigo, para que no te sientas solo y también porque estar contigo es beneficioso para su condición. De est