—Entonces, primero brinda mi hermana— Inés levantó su copa con ambas manos, con sus mejillas sonrojadas y una expresión sincera. —Brindo por tu pronto ascenso, hermana. —
—¡Me encanta oír eso de ti, hermanita! — Clara sonrió con los ojos brillantes y vació su copa, enviándole a Inés un beso volador.
Inés, tímidamente, bajó la mirada, con las mejillas enrojecidas de vergüenza.
—¡Brindemos por Clara! ¡Que todos sus deseos se cumplan! ¡Salud! — los hermanos alzaron sus copas, disfrutando de la alegría y la calidez de la ocasión.
Clara escuchó el sonido cristalino de los vasos chocando, y sintió las miradas sinceras que la rodeaban. Se conmovió profundamente y lágrimas de gratitud brillaron en sus ojos.
La cena terminó en un ambiente cálido y conmovedor. Clara y Arturo se abrazaron, pasando de risas y alegría durante la comida a una despedida emocional con lágrimas en los ojos.
En realidad, el regimiento de Arturo estaba en Cielo Estrellado, no demasiado lejos de allí. Sin embargo, debido