Laura se conmovió profundamente, tan agradecida que casi no podía articular palabra alguna, con los ojos llenos de lágrimas—Gracias a ustedes, he tenido la gran oportunidad de renacer y escapar de una vida llena de profundo dolor. Su mirada estaba llena de gratitud y calidez.
—Isidora, estás exagerando—dijo Alejandro con una sonrisa ligera, respondiendo con gran gentileza—fuiste tú quien, con valentía y determinación, te redimiste a ti misma. Sus palabras estaban llenas de ánimo y afirmación.
Clara intervino con una voz muy suave—Por cierto, Isidora, ¿qué querías decir?
—Leonardo ya no saldrá de la cárcel—dijo Isidora con su mirada firme y seria. Laura le entregó una memoria USB, con los ojos llenos de un rojo intenso, como si aún estuviera reviviendo las grandes heridas del pasado. —Aquí está lo que grabé aquella noche, la conversación telefónica entre Leonardo y otra persona. La semana pasada, tuvo relaciones con una muchacha en el crucero. Para buscar aún más emoción, le inyectó dr