Clara se sintió muy abrumada por la tristeza, casi encontrando difícil respirar.
—Querida Clara, ¡no te pongas triste! La medicina moderna es muy avanzada, ¡mi tío seguramente se recuperará! — Alejandro la abrazó fuertemente, acariciando su rostro enrojecido con paciencia y total determinación, consolándola—Si las condiciones médicas locales no son suficientes, estoy dispuesto a llevarte a ti y a tu padre al extranjero, buscando a los mejores médicos en todo el mundo. Todo mejorará, tranquila.
—Lo siento, Clara, y a los jóvenes — Leticia finalmente no pudo contener las lágrimas, cerró los ojos—No culpes a Teófilo, fue mi decisión mantener el secreto. Tenía miedo de que se sintieran tristes y asustados, así que decidí ocultárselo por ahora. Cuando encontremos una solución, les diremos. Esto es culpa mía, si alguien tiene que ser culpado, cúlpenme a mí.
Teófilo sintió un dolor agudo en el pecho—Tía, no diga eso.
—Leticia, entendemos tu buena intención.
Diego contuvo sus confusas emocione