Capítulo1290
—¡Dios mío! ¿Quién hizo semejante cosa? ¡Que valiente!

—Reunir tanta evidencia y revelarla en un evento tan importante, ¡esto es para hundir a Yago hasta el final!

—¿Podría ser el alcalde Almazán? Después de todo, en las elecciones pasadas eran rivales acérrimos.

—Puede ser, pero la familia Almazán no necesariamente tiene esa habilidad, ¿verdad? ¡La persona detrás de todo esto seguramente es alguien más hábil!

Los flashes de las cámaras cubrían el escenario mientras Yago permanecía atónito, temblando y mostrando su patética figura. Algunos periodistas no se conformaban con solo tomar fotos, se acercaron al podio y apuntaron sus micrófonos y grabadoras hacia él:

—¡Diputado Montalbán! ¿Todo lo que aparece en la pantalla es cierto?

—¿Ha usted aceptado sobornos? ¿Tienes transacciones indebidas de poder y sexo en privado?

Los dientes de Yago temblaban sin control, sus piernas se debilitaban mientras retrocedía. —¡No fui yo! ¡Alguien me está tendiendo una trampa, alguien quiere perjudicarme!
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