Conocer la relación entre Inés y Aarón no era común; la familia García era una de las pocas que lo sabía.
Atreverse a atacar a Aarón clandestinamente, ¡la familia García en verdad tenía esa audacia!
—Aarón, ¿cómo entraste? — preguntó Alejandro muy preocupado.
—Fui rodeado por gente de la familia García, pero logré abrirme paso, tomé la tarjeta de acceso de uno de los guardaespaldas y entré a la fuerza—dijo Aarón, con el rostro pálido y sudoroso.
—¡La familia García ha puesto mucho esfuerzo para detenerte!
Alejandro, con ojos centelleantes de ira, mantuvo la calma frente a la pequeña mujer y dijo con una voz enérgica: —Tus heridas no son leves y ya tenías heridas antiguas; no podemos perder el tiempo. Ahora mismo, haré que César te lleve al hospital.
—No, no puedo irme. ¡Debo ver a Inés! ¡Necesito llevármela! — Aarón gritó desesperado.
—Aarón, por favor, sé racional.
Alejandro frunció el ceño. —Originalmente, con la señorita en tu casa trabajando en esto, podrías tener alguna esperanza